sábado, 4 de febrero de 2012

Until it hurts.

Lagrimas que nublan la vista, lágrimas que nublan la mente. Lágrimas de tristeza, impotencia, emoción, felicidad. Escribir y llorar. Llorar y amarte. Sonreír, sonrío por ti. Por ver esa sonrisa de vuelta, por ver como esos ojitos me miran y notar como tus labios rozan los míos. Esos momentos, tan especiales, tan nuestros, ese 12. Por todos esos días. Porque cuando me miras el mundo grita “Off” y nosotros pulsamos “On”. Muchos hablan de un siempre, nosotros hablamos  del ahora, del mañana, del ∞. ¿Qué hubo miles antes que nosotros? No, como nosotros no. Muchos hablan, nosotros sentimos. Y una vez más, te doy las gracias, por esos “Sonríe mucho”, por todo, por hacerme respirar, por darle cuerda a mi vida. Por hacerme tan jodidamente feliz. Gracias por llenar de color esos días grises, por pintar cada uno de ellos, con cuidado, pintando al mismo tiempo miles de sonrisas, llenando el aire de risas, lágrimas, besos, caricias. Hasta que duela.


Yo el arquitecto de mi desgracia, pintor de mis lágrimas y compositor de la melodía de tu vida.